Abu Dabi, Dubai, Sharjah, Ajmán, Ras Al-Khaimah, Umm al Qaywayn y Fujairah, estos siete emiratos se reunieron para formar los Emiratos Árabes Unidos luego de una turbulenta historia de miles de años de encuentros y desencuentros. Los edificios sorprendentes, los hoteles ultra lujosos, los campos de golf…hacen que los Emiratos Árabes Unidos aparezcan en todos los catálogos de turismo.Dubai encabeza todas las preferencias pero los otros también tienen mucho para ofrecer al turista ávido. Dubai y Abu Dabi, capital del petróleo, son de un modernismo prodigioso y sorprendente, parece que compitieran por los rascacielos más altos, los eventos mejor organizados, los proyectos más ambiciosos. La tecnología punta y el consumo desmedido son el resultado de una producción petrolera inusitada.
País de contrastes, conviven teléfonos móviles de última generación con turbantes y el conservadorismo más recalcitrante donde los emires siguen reinando en dueños y señores. Conviven escenas dignas de «Las mil y una noches» y Las Vegas, desierto y cemento, vehículos 4×4 y camellos, cultura milenaria y postales del futuro.
No podemos volver de los Emiratos Árabes Unidos sin haber cenado en un Dhow, embarcaciones tradicionales que ofrecen cena-show con gastronomía regional y danza del vientre,sin haber bebido cerveza en el distrito irlandés de Dubai, cerca del aeropuerto,degustado una barbacoa con los beduinos a la luz de la luna, montado en camello o paseado por el mar en una vieja embarcación…
Con un desierto sembrado de rascacielos, islas artificiales, mega tiendas, complejos comerciales cada vez más grandes, hoteles de súper lujo, esta ciudad encarna la idea del «lujo asiático». El petróleo convirtió un desierto poblado de beduinos en uno de los países más dinámicos del mundo. Su objetivo manifiesto es convertirse en el Hong Kong árabe, con las luces de Las Vegas.Dubai ofrece mucho al turista desde esquiar en las dunas, playas de arena fina y un mar tibio todo el año hasta interesantes museos, mezquitas, fortalezas…y por supuesto, el único hotel del mundo construido bajo el agua, la torre más grande del mundo, la residencia privada más grande del mundo, el parque de diversiones más grande del mundo…Pero también encontramos maravillas naturales como las piscinas de Hatta localizadas en las montañas Hajar o el valle Wadi Hatta y su antigua fortaleza a sólo 90 minutos de Dubai.
A pesar de los esfuerzos por desarrollar el turismo, esta ciudad no tiene la calidez ni la onda cosmopolita de Dubai, rascacielos, avenidas rectas hasta el milímetro…de la ciudad originaria sólo queda el Fuerte Blanco, palacio del emir, construido a mediados del siglo XIX, la costanera que bordea la laguna, el mercado de pescados y el bazar iraní. Todo lo demás es nuevo. La Gran Mezquita de Cheikh Zayed de proporciones inauditas con su multitud de cúpulas, mármol, oro macizo, frescos…y el primer hotel 7 estrellas del mundo.
Al Ain, es un gran oasis en el desierto, a los pies de los montes Hajar, parte del emirato de Abu Dabi, la frontera con Omán divide este oasis en dos, del lado de Omán la ciudad se llama Buraimi, el palmar está en el centro. Numerosos fuertes edificados con ladrillos crudos y troncos de palmeras, durante los siglos XIX y XX para proteger las caravanas de nómadas, han sido reacondicionados y el fuerte del este, lugar de nacimiento del sheik Zayed está al lado del museo de la ciudad.
Los jardines arqueológicos de Hili guardan una hermosa tumba del período de Umm an-Nar (2300-2200 AC). El mercado de camellos es muy folclórico y seguramente nos llamará la atención, para verlo en acción debemos concurrir muy temprano en la mañana y por supuesto no debemos perder la oportunidad de hacer una visita al desierto, es conmovedor. Liwa es otra ciudad que puede sorprendernos, oasis consecutivos con sus palmeras a 200 Km. al sudoeste de Abu-Dhabi, a las puertas del desierto de Rub al-Khali, varias fortalezas fueron restauradas. La isla de Sir Bani Yas, en el golfo Pérsico es una reserva de fauna exótica, se levanta en el lugar un Ressort de súper lujo, se organizan safaris en vehículos 4×4, paseos en kayak o buceo.
Los ciudadanos españoles que quieran viajar a los Emiratos Árabes Unidos por una estancia menor a 90 días no necesitan visado. Es necesario disponer de un pasaporte con una validez mínima de 6 meses.
No hay recomendaciones especiales para viajar a Emiratos Arabes Unidos.
Aunque el idioma oficial de Dubái es el árabe, la mayor parte de sus habitantes hablan inglés sin dificultades, especialmente aquellos que trabajan en el sector turístico.
El clima de los Emiratos Árabes es subtropical y árido. La lluvia es muy poco frecuente e irregular.Entre diciembre y febrero la temperatura oscila entre los 14ºC y los 25ºC, siendo muy buena época para viajar. Febrero es el mes más lluvioso con una media de 4 días de precipitaciones.El verano puede entenderse como la época que va de mayo a octubre. Durante estos meses la temperatura media oscila entre los 25ºC y los 40ºC, llegándose a alcanzar máximas de 48ºC en los días más calurosos de julio y agosto. La probabilidad de lluvia es casi inexistente.
El Dírham de los EAU es la moneda de Emiratos Árabes Unidos.
En verano se recomienda llevar ropa ligera y de algodón, así como gafas de sol y sombrero para protegerse del sol. No se imponen restricciones de vestimenta a los turistas aunque se recomienda vestirse de forma recatada en los lugares públicos.
Los Emiratos Árabes Unidos son un país libre de impuestos, pero la mayoría de los hoteles, restaurantes y clubes hacen un cargo por servicio de entre 10 y 16% sobre el total de la cuenta. Por lo tanto, no es necesario dejar propinas. Podrás dar propinas al personal de los hoteles si así lo deseas. A los taxistas, ayudantes en supermercados, cargadores y limpiadores de ventanas por lo común se les dan 2 Dh.
La corriente eléctrica estándar es de 220/240 voltios (50 ciclos). Un adaptador cuadrado de 3 clavos puede ser necesario.